"Era tan fácil". Paris Joel

domingo, 30 de junio de 2019

Mi Diego





















Mi Diego. -

Es el espejo que compartimos,
en donde encuentro tu risa
y mis manos temblorosas.
La inmensidad del amor en carne y hueso,
el eco de un corazón nuevo
que repite errores y caminos viejos.
Sus ojos sin nubes, diáfanos, sinceros,
esa mirada donde te veo y me siento.


La llegada del Sol en la mañana
que pide paso a gritos y besos,
su voz azul y una caricia de Midas en el pelo.


Podría hablar de ti por los siglos de los siglos,
pero aquí lo dejo.
Mañana más,
una canción,
una foto,
un verso.



Paris Joel

lunes, 24 de junio de 2019

Volar





















Volar. -

A dónde vas si no das más de ti,
agnóstico en la encrucijada
donde las aguas se escapan
de las manos tangibles, exactas. 


A dónde quieres llegar sin vehículo capaz,
sin fisión atómica, nuclear,
no, no naciste para eso
y te duele el no saber, la incapacidad. 


No obstante, tienes verbo y alas,
cortas, pequeñas, deshilachadas
que, aún así, sueñan como las águilas
porque lo importante no es a dónde,
si no, saber volar.
Aunque sea un poco.



Paris Joel

domingo, 16 de junio de 2019

Soy mayor





















Soy Mayor. -

Y sí, soy mayor, maldita sea.
Florecen las arrugas, las canas,
y de algunas situaciones, la pereza.


De las cosas importantes,
como el elefante, tengo memoria,
y de las necias, escuela.


Se me olvidan los nombres
de los que ostentan vanidades,
y del amor lo tuve todo,
a veces, sin enterarme.


No es fácil ser mayor
cuando los niños te requieren la pelota,
duro proceso de aceptación,
y menos aún luchar como uno de veinte
porque hay muy poca educación.
Aún así, es dulce distinguir de nuevo
al niño que fuiste,
el que siempre estuvo ahí
y al que, ahora, prestas atención,
porque la vida es reencontrarse,
volver de nuevo a lo esencial:
Andar y no caerse,
levantarse,
no mearse encima,
querer,
y, sobre todo,
que te quieran.


Sí, ya soy mayor.


Paris Joel

domingo, 9 de junio de 2019

Marino





















Marino. -

Sólo tus tibias manos pueden sostener el timón de mi derrota,
buscar alternativas a la arbitraria singladura de un sino
escrito por un dios ebrio,
por tu indiferencia, proscrito.
Soy el hombre de la frente afortunada,
por ti acariciada,
y con ojos de buey,
casi en el mar,
te miro.


Ahora sé hacia donde me dirijo,
y un cortejo de mariposas alzan el vuelo,
se hacen nube, y llueven besos,
por eso mi cabeza busca tu playa
y reposa bajo tu pecho.


Solo tus tibias manos saben
que soy marino cuando me alejo. 



Paris Joel



domingo, 2 de junio de 2019

Química





















Química. -

Si mi sangre y mis vísceras
son química nada más,
De dónde surge la metáfora,
esa palabra paloma
que errante busca tu nido,
este pecho que se abre en canal
cuando tu no estás,
esta lluvia permanente
cuando solo queda soledad.



Paris Joel