"Era tan fácil". Paris Joel

domingo, 26 de agosto de 2018

El aliento del grillo





















El aliento del grillo. -

El aliento del grillo y la espiga
anhelan la arena de la playa,
mientras, el astro rey cabecea
en esta tarde de hierro fundido.

La noche será un lago de plata,
o un vestido de fiesta y guirnaldas,
y el deseo profundo yacerá por siempre
en el negro campo de escarcha.

Déjame mirarte sin que me veas,
en un ahora futuro,
presente,
sin mañana.


Paris Joel

domingo, 19 de agosto de 2018

Cuando el tiempo se detiene





















Cuando el Tiempo se detiene. -

Me comería un Cronos crocante en el croma de tus ojos,
que dejaría un eco coral de grillos y cigarras
en el valle atemporal de almagra y púrpura.
Las horas cárdenas, casi oscuras,
preludio de ósculos con destellos
de estrellas muertas que aún tardan
en apagar su noble haz de plata.


Tengo sed del tiempo detenido,
del ahora intenso de diamante,
del ancla marinera en tus carnes
y de las noches ululantes de gemidos.


Cuando el tiempo se detiene,
qué más quieres,
qué te falta.




Paris Joel

lunes, 13 de agosto de 2018

Aquel Sol





















Aquel Sol. -

Aquel Sol del incendio que quema mis noches,
el que veo día a día en tus ojos de bailarina celeste,
el que resbala por tu cuello y se derrama,
aquel Sol vive en el calor de tu cuerpo,
en el deseo y el pecado, donde siempre es verano
y sus frutos dejan semillas o huesos.


Aquel Sol se pasea por mi casa,
compás de cadera y falda,
me besa y me abraza.


Aquel Sol fundió la Luna y bañó mi almohada,
por eso, ahora, nuestros cabellos ya son de plata.



Paris Joel

domingo, 5 de agosto de 2018

En el estío





















En el estío. -

De norte a sur nuestras gotas de rocío caen de la frente
casi al unísono, en sincronía aleatoria pero cierta,
tú, sabe Dios donde, y yo, donde siempre,
rezando a las musas o ejerciendo la trova.


Escribiendo letras sin sentido me reconcilio con la vida
y sé que tu mirada se pierde por el mismo ojo que la mía
recordando los veinte o quizás los treinta,
mientras, afuera, tímidamente, el viento entra sin permiso.


Bendito sea el alisio  que te lleva mis mensajes,
el austro que me hace hervir el corazón
y la noche amiga que aplaca sentimientos y pesares.


Nada cambia en el estío,
tú adoras a tu Sol
y yo al mío.


Paris Joel