"Era tan fácil". Paris Joel

domingo, 29 de abril de 2018

Ciudades y años





















Ciudades y años. -

Quién dijo que las ciudades no tienen arrugas,
Qué no pavimentan sus surcos con pomadas,
una y otra vez, una capa encima de otra
hinchando la piel, los caminos y las calles.
Los puentes, gafas de aumento para acercar el río
y los puertos, prismáticos al revés para alejar el mar.


A la ciudad le quedan cuatro árboles blancos,
cuatro canas que peinaban tus manos,
poco musgo en el jardín,
una barba escasa, de viejo náufrago.


No quiero verte con demencia, Artabria,
antes me voy a otra urbe
que no me llame por mi nombre
ni que guarde con celo esos balones,
que de niño embarcaba en tus tejados,
recuerdos que, con el viento,
me caen encima de vez en cuando.


Quien dijo que las ciudades no tienen arrugas,
querencias y quebrantos.



Paris Joel

domingo, 22 de abril de 2018

De Vuelta





















De vuelta. -

Plegar las alas en el armario de los suspiros
tarareando el poso de la canción simple,
bálsamo de huesos cansados y alegres.


La quemazón del Sol Mediterráneo,
tatuaje infantil hidrosoluble
que a los tres días, cual campanada cenicienta,
retornará a su cotidiano jardín de calabazas.


Serán sin duda los desvaríos de Morfeo
pero te juro que fue verdad,
esos días de rolas y guitarras
bebí de nuevo sin saber
de la Florida fuente de don Ponce
y recobré aquello por lo que se mata,
se nace y se muere,
eso que olvidamos,
eso que olvidaste:
Libertad,
sí, eso, apenas nada,
apenas TODO.


Mañana será otro día,
probablemente más ligero,
más tuyo,
más nuestro.


Habrá que soñarlo
con hojas de pájaros
y árboles nuevos.



Paris Joel

domingo, 15 de abril de 2018

Cuestionarse





















Cuestionarse. -

Se difumina la noche en azul oscuro,
el día apunta maneras de náufrago
mientras se movilizan los primeros esclavos.
Cantan los árboles y el mar bosteza,
una nube de pájaros se levanta,
y mientras todo esto ocurre,
me pregunto que hago aquí.


Algún día me sumaré a la plaza
como el balón de un niño
el día de su estreno,
sin hora de regreso
y sin el hambre que atenaza.


Algún día cantaré eso que ya no se canta
y le tiraré piedras a las fachadas.
Atraparé la juventud al vuelo
y no me arrepentiré jamás de nada.


Llego sin saber a mi destino
jugándome la vida en pensar,
en imaginar cosas que se fueron,
que ya no están,
pero aún sé lo que quiero
y para mi lo guardo
con ese aroma de hace tiempo
cuando olía a verano,
y los años eran cosas de viejos.


Cuestionarse,
buen comienzo para un verso.



Paris Joel

domingo, 8 de abril de 2018

Polvo de agua





















Polvo de agua. -

Polvo de agua en el gris eterno
que me lleva al nordeste de tu cuerpo,
a ese latido que traspasa la ropa
y mis sentidos de carne, de viento.


Mis ojos buscan en lo profundo
la dirección de esa lluvia en ralentí,
remanso de paz, oasis de un invierno
que envenena con deleite las horas.


Desorientadas van, gotas y deseos,
los minutos mueren huérfanos de ti
quedando solo el cascarón de proa,
la humedad, el aire líquido y un suspiro
que ensancha el corazón
o lo hace más pequeño.


Y no da llegado la borrasca,
el ciclón, el aguacero,
ese barredor de manzanas ácidas
y estúpidos embelesos
que me tienen embobado
dibujando tu figura con el pensamiento.


Como marco, una ventana,
Polvo de agua en el gris eterno.



Paris Joel

domingo, 1 de abril de 2018

Camino hacia...





















Camino hacia...

Camino hacia un fin o un principio,
día a día, sin pausa, sin prisa.
Saber que todo se rige por ese destino
hace que el entorno adquiera
un valor renovado
y que el día se deje cortejar
por canciones de pájaros,
poemas primigenios,
música del cielo a la tierra
que invita a desayunar nubes grises
y destellos de un Sol violeta,
un pan de ingravidez que libera
una risa naciente como un río
en el que podría dejar mi trabajo
para quedarme en el puerto de tus labios
hasta los días más irresponsables y felices.


Qué belleza volátil de aves blandas,
qué boleros,
qué baladas.