"Era tan fácil". Paris Joel

domingo, 27 de mayo de 2018

Inmortalidad























Inmortalidad. -

La maldición del movimiento,
rotación permanente de los astros
en un Cosmos inquieto y vivo.


Caminar, sólo caminar,
con o sin camino,
caminar hasta el fin.


Qué fin? Dime si acaso conoces
ese gen que no transmuta,
que no vuela como el beso mariposa,
el principio de tus hijos y los míos.


Y andan. ¿Ves como andan?
Trasladan sus sueños en aviones de papel
por encima del girasol y su sombra.


Ahora lo veo después de tanto roce,
fricción que vibra y produce magia,
sonidos que bebo en forma de canciones.
Por eso sé que todo es inmortal y pasajero,
si hay quien cante nuestras noches
para que así regresemos
cual satélite primogénito,
una y otra vez,
una y otra vez.



Paris Joel

domingo, 20 de mayo de 2018

La Resaca





















La resaca. -

La resaca, plana acuarela del después,
exhalación congelada de un mar cósmico,
sentimientos derramados en el juego de la vida,
marea atlántica, vertiginosa.


Todo se diluye y se plasma en ese instante,
como ese tiempo de tregua al volver a casa
cuando ya no quedaba más por hacer
que esperar un nuevo día y tu llamada.


La resaca, siempre escasa de azúcar,
siempre herida, falta de color, blanca.
Ecos de tu voz en mi cabeza,
golpes incesantes en las ventanas.


No hay paz,
solo tiempo de tortuga
en la resaca.



Paris Joel

domingo, 13 de mayo de 2018

Vienes...





















Vienes. -

Vienes como el silencio que precede al alba,
como el roce involuntario del cuerpo dormido,
como el pájaro que se siente estrella de la mañana,
como la linterna de Luna que acomoda al rojo vino,
como el Sol incandescente que se hace de rogar,
vienes y vienes, y otorgas color al mar.


Vienes aunque no estés,
y si estás, vienes,
porque tu puerto esta en mi,
siempre y para siempre
de tu Polinesia seré Tahití,
y si vienes, esperaré,
esperaré a que llegues.



Paris Joel

domingo, 6 de mayo de 2018

La felicidad en una acuarela





















La felicidad en una acuarela. -

Mis pies de raíz sostienen un tronco maduro,
absorben el agua y la sal,
el Sol y la sombra
en un último atardecer de ópalos y magnolias.


El mar se detiene y el viento aguanta la respiración.
Las risas de los niños a lo lejos
buscan el columpio de tus ojos,
ese iris búmeran que hipnotiza las horas amables
y me acompaña en el presente eterno.


Todo el tiempo del mundo en un saque de billar,
visión de colores derramados en la mesa verde campo,
la recurrente imagen del beso,
una brizna de risa y un dulce suspiro.
Podría ser la felicidad
y, si no lo es, se acerca.



Paris Joel