Atento

Casi mudo pero atento. Así estoy en estos días de casi silencio por prescripción médica mientras recibo correspondencia muy variopinta.
Últimamente me fijo en una cosa que no es otra que la observación de la infelicidad en muchas personas que deberían estar contentas, incluso radiantes.
Se como el que más que todos pasamos por baches y bajones anímicos pero de vez en cuando conviene hacer una reflexión profunda y mirar en tu interior y, como no, también a tu alrededor.
Si te va bien, trabajas, tienes amor, cariño, respeto, éxito...¿Qué te importa lo que digan de ti?
¿Aceptarías una boñiga de vaca como regalo? Claro que no. Pues hay palabras que son caballos de Troya o algo peor. Jamás los aceptes porque te querrán hacer partícipe de la frustración de sus donantes.
Lo más importante: sentirse bien con uno mismo, reir, disfrutar, gozar, dar amor, hacer amor...Por eso me gusta tanto el camino y si es en compañía mejor.
Los destinos son casi siempre circunstanciales.
Buen Finde.