Normalmente nunca cuento nada de mi trabajo pero hoy, no se por que, me vino a la mente una anécdota que en su momento me encogió el corazón.
Trabajo como técnico de sonido en una Radio y hace tiempo tuve una petición de lo mas peculiar. Un oyente me preguntaba si era posible pasar a CD una voz grabada en un contestador, de esos antiguos de cinta de cassette. Le respondí que si, que era posible y la persona en cuestión me dijo que quería conservar esa voz porque era la de su esposa fallecida a la cual amaba profundamente y, de esa forma, la tendría siempre presente.
Le dije que dentro de dos días tendría su encargo listo y cuando vino a recogerlo, con las lagrimas asomando en los ojos, me dio las gracias porque eso era muy importante en ese momento de su vida. Me quiso pagar el favor lo cual rehusé en redondo y cuando se fue por la puerta en mi interior no sabia bien si en realidad le hice un favor o no, pero en fin, la intención fue de hacérselo y creo que eso es lo que cuenta.
Aun me acuerdo de esa persona y me pregunto que fue de ella.
martes, 22 de mayo de 2012
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