Estos días son extraños, entre ir al trabajo, a casa y al hospital, me parece que estoy en constante tránsito. Por si fuera poco estoy organizando una serie de conciertos para dar vidilla a los compañeros cantautores y la experiencia enseña que en este tránsito constante que es la vida no importa lo que dicen las personas, lo que importa es lo que hacen, sus hechos.
Y digo esto porque traducido al mundo de los músicos bien sabido es que, en líneas generales, somos bastante quejicas y a veces nos comportamos como si todo el mundo nos debiera algo. Pues no, nadie nos debe nada y lo importante no es lo que la gente pueda hacer por ti si no lo que tu puedes hacer por la gente.
En esto de la música me he encontrado de todo y, a día de hoy, me sigo sorprendiendo con algunas personas, con algunas actitudes, con algunos egos...Pero lo bueno es que después de los años este tipo de personas me hacen reir porque veo que van directos "al estrellato" pero contra la pared.
En fin, no me hagais mucho caso, hoy estoy un poco quemado.
martes, 13 de enero de 2009
Tránsito
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Pero que te pasa, fenómeno, vaya rebote...
Claro que estamos en tránsito,un contínuo fluir y aprender a través del tiempo...así que ya aprenderemos a no estrellarnos.
Un aplauso grande, amigo.
Publicar un comentario