Una fórmula que funciona, un grupo de amigos se reune y hace un grupo con el fin de versionear a sus autores preferidos para pasarlo bien y de paso ganar en tablas o en pecunio.
El local que los acoge, encantado de la vida porque atraen público, la gente conoce las canciones, le gusta escucharlas y tomarse una copa.
Todos contentos, y como fórmula exitosa, susceptible de ser copiada, pues como en Ovejuna Todos a Una, las bandas tributo proliferan como setas en el suelo patrio gallego. Hay para todos los gustos, jazz, tango, rock, movida de los 80, amantes de Queen, Dylan, Dire Straits, Elvis, Gardel, ACDC, etc, etc, etc. y si aún encima se convierten en bandas residentes de algún local pues nada, la bomba, tenemos a nuestros clones favoritos semana tras semana en el garito de turno.
Y no es que esté mal, en absoluto, pero como decían los griegos: todo en exceso es malo. Y en estos momentos vivimos el exceso. Hay locales en Coruña donde comienzan los martes con tangos, siguen el miercoles con música de Presley, el jueves repaso al Hard Rock y el sábado resucitan al bueno de Fredy Mercury... Parece como si las Rockolas hubieran resucitado y, como da la casualidad de que estas bandas son muy buenas, da algo de rabia ver tanto talento desperdiciado, quemado semana tras semana.
Personalmente me gustan las bandas tributo, pero ojo, también me gustan las verbenas, sin embargo y visto lo visto, me pregunto si en estos momentos existen otras propuestas o si tendrán cabida en un futuro.
¿Aún queda vida inteligente en la música local?
2 comentarios:
La valentía en otras cosas no debería estar reñida con esas bandas tributo.
Los futuros posibles en teoría los pintamos nosotros, aunque no esta de moda.
Me gusta tu post!, por cierto, aun no me he repuesto de tu entrada anterior.
Abrazossssss
Bueno,al final la cuestión es hacer música y disfrutarla,eso es lo más importante!
Un abrazote maestro.
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