Vale la pena interrumpir de vez en cuando la languidez del estío para saborear las cosas buenas que te brinda la música. Cosas que no abundan pero que cuando llegan su sabor se torna casi imperecedero.
Una de estas cosas es encontrar a Fernando González Lucini, disfrutar de su amistad, aparecer en sus cantijuegos y que te dedique alguno de sus "Cuelgues".
Hace poco le dedicó uno a mi amigo Xurxo Mares, merecidísimo por cierto, y hoy me dedica uno a mi:
No os lo creereis pero no me lo esperaba, fue una sorpresa. En estos días estuve disfrutando de la compañía de mi buen amigo César de Centi y fue gracias a él y a su inseparable Iphone que me enteré de lo de Xurxo y hoy al querer leer ese post detalladamente me encontré con este fantástico regalo.
Fue mágico porque creo que debimos coincidir en el tiempo de estar conectados on line, tanto fue así, que del Facebook pasamos directamente a hablar por teléfono y fue un gran placer para mi conversar con una de las personas más generosas que conozco.
Como dirían en mi amado Portugal:
Obrigado!
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