Paris Joel en el CR de Perillo |
Me acuerdo cuando llegó el 1 de Enero del 2000 y todos recibían con algarabía al euro, todos menos servidor que ya se olía el desastre que se nos echaba encima y ojo que no tengo ni idea de economía, sólo sentido común. Ese día me preguntaba de que me valía a mi el euro si seguía con mi mismo sueldo pesetero, con mis ayudas sociales casi nulas en una monarquía anacrónica y caduca. En lo único que lo noté fue que efectivamente, los precios fueron de euro, pero servidor con su salario difícilmente podría disfrutar del tratado Shenghen e ir a veranear a Francia, Alemania o Inglaterra, una quimera. A los que sí les fue bien con el euro fueron a los especuladores, banqueros e inversores de toda índole que encontraron en nuestro País el campo abonado para hacer del ladrillo el maná, el becerro de oro, y todo ello con el beneplácito entusiasta y eufórico de nuestra casta política que todavía no se ha bajado del carro.
Ahora parece del todo probado que el proyecto del Euro es absolutamente inviable sin una unidad política y fiscal, algo que algunos ya intuíamos por nuestro sentido común pues para mi estaba claro que mis euros no eran los mismos que los de un alemán o un francés. Eso sí, "se han dado cuenta ahora", después de saquear países enteros y después de condenar a la más brutal indigencia a sus moradores.
Por las últimas noticias que leo parece que estamos justo en la pendiente del precipicio, a puntito de caer en picado y viendo como le crecen los enanos a nuestro presi parece que la caída es inminente.
O tomamos la vía islandesa con el 15m como brazo ejecutivo o mucho me temo que de esta no nos salva ni la caridad.
Estamos viviendo unos momentos históricos pero no se preocupen en demasía que hoy juega España en la Eurocopa y aún no nació nadie en el mundo que nos amargue el fútbol y los toros. Faltaría más.
Mañana tocamos en el Moby Dyck, la voz se va recuperando pero a ritmo muy lento, no obstante the show must go on.
En ello estamos.
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