Paris Joel en el Baba Bar de A Coruña. |
Ese camino, el camino de vuelta, es quizás la metáfora más importante de todo el libro, la metáfora de la vida, ese epílogo del cual nadie quiere hablar y que, sin embargo, su culminación es, por mal que nos pese, inevitable.
Nadie quiere hablar del camino de vuelta. El que gana la partida de la vida porque deja atrás todo lo que él cree que es valioso y el que ha perdido esa partida porque ese último suceso de la vida se hace con todo el peso de la memoria y la nostalgia. Es un peso aplastante, sofocante y demasiado recurrente.
No obstante los caminos de vuelta son muy importantes y en ellos se ve la talla y la calidad de una persona de una manera clara y diáfana.
Pocos escritores han tratado este tema, quizás mas los poetas porque ellos bien saben que antes de que llegue esa hora postrera es bueno estar a bien con las cosas del corazón. Benditos sean.
Dedicado a mi amigo Rodolfo Serrano, poeta del eterno ocaso.
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