En ese portal oscuro de la foto vive este servidor en donde el pasado Viernes sudó tinta de calamar para poder entrar en su propia casa llevando a un niño en brazos. Esto no es nada nuevo, en mi Barrio es un mal endémico, se gobierna para cuatro en perjuicio de la totalidad y da igual quien esté en el gobierno local todo sigue igual porque unos no quieren y los otros no pueden.
El Viernes hablé con el responsable del orden público de mi Ciudad y no os transcribo la conversación porque en el fondo hasta le tengo aprecio y no quedaría en muy buen lugar, solo deciros que las conclusiones de esa charla fueron de lo más frustrantes y deprimentes, tanto, que me dejaron una sensación de tal impotencia que todavía hoy me dura.
En otras latitudes de mi Ciudad estas cosas no ocurren porque con unos simples mojones evitan estos atropellos, pero da la impresión de que en mi City no todos somos iguales, a lo mejor es debido a quien vive en cada Barrio, no lo se, pero lo que sí se es que hasta en sucios barracones que sólo aportan feismo al lado de la preciosa Terraza http://www.la-terraza.com/ tienen estas medidas disuasorias del mal aparcamiento pero en mi Barrio solo unos pocos disfrutan de ventajas, los pobres, los parias, los indignados de a pie sólo recibimos el desprecio de ser tratados con injusticia por quienes nos gobiernan.
Estas y no otras fueron las razones que me llevaron a componer hace unos años mi canción "Barrio de Canallas"(Las Canciones Prohibidas, Paris Joel), una canción que nació como una protesta puntual y que se convirtió en una pieza imprescindible de mi repertorio debido a su sempiterna actualidad.
Y después de todo lo que me han contado me temo que habrá "Barrio de Canallas" para rato.
Triste, muy triste.
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