Ya lo creo, y parece que llegó dando un portazo, o sea, como debe ser, con calor.
Me encanta el verano pero tampoco me quejo del invierno de ahí la foto que pongo en este post con mi amigo Francisco Espinosa que a principios de Marzo me visitó para tocar juntos en mi pueblo algo que no olvidaré jamás.
La verdad es que no me puedo quejar del invierno, he hecho cosas muy importantes y no he dejado de tocar a pesar de no tener ningún padrino, manager, mecenas, representante o plataforma cultural que me arrope, y no es que desde aquí pida o solicite alguna de estas cosas, no, no, en absoluto, con que me dejen el camino libre me llega. Por suerte o por fortuna me siguen llamando, me siguen escribiendo y, lo más importante, muchos aún se acuerdan de mi, lo que agradezco infinitamente.
En fin, que el camino sigue, este sábado en el cumpleaños de mi sobrino desenfundé la guitarra después de 6 días de contractura en el hombro y parece que todo va bien. Además fue una auténtica gozada tocar junto a un bluesman tan versatil y virtuoso como Daniel Bercher, es el tipo de músico que te aporta cosas y que te tira hacia delante, lo pasé en grande.
Y para rematar el Domingo me llamaron para tocar en la Cafetería del Hotel Sada Marina, será este viernes a las 22h.
O sea, fin de semana redondo.
Seguimos en el camino.
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