Así rezaba la rumba del gran Gato Pérez:-se fuerza la máquina de noche y de día, y el cantante con los músicos se juega la vida.-
Afortunadamente lo mío no fue tan dramático pero se veía venir, demasiado trabajo, demasiada presión, demasiado stress y todo ello sin dejar de pisar el acelerador de la música. El sábado pasado ya tuve un aviso al no poder girar la cabeza ni a derecha ni a izquierda, no hice caso de las señales que me decía el cuerpo y continué al mismo ritmo de siempre, actuación del pasado viernes incluida, y claro, ayer Domingo amanecí amarillo de dolor, un dolor intenso que me vino con hambre atrasada y que me dejó el brazo izquierdo inutilizado y el hombro absolutamente pinzado. Después de ir a Urgencias el tema estaba claro, contractura del trapecio izquierdo, y tremenda contractura, tengo tratamiento para toda la semana inyección incluida. O sea, nada de esfuerzos ni pesos durante esta semana, adios a mis planes de San Juan y otras cosas que tenía por ahí y descanso, mucho descanso en estos días de convalecencia.
A ver si soy capaz(ya sabeis que no estoy hecho para estar parado, pero...Qué remedio).
P.D.Por cierto, el concierto del Viernes fue maravilloso, estoy contentísimo a pesar del dolor que tengo, sois geniales, muchísimas gracias por abarrotar el Moby con vuestras buenas vibraciones, por disfrutar con nosotros y por pedir uno, otro y otro bis para cantar todos juntos. GRACIAS!
0 comentarios:
Publicar un comentario