Siempre es un placer volver al hogar de tu infancia, rodeado de amigos y buena gente. Para mi no fue un concierto cualquiera porque en mi interior tenía un importante reto que cumplir y creo que lo conseguí y además con nota. Ayer fue un día muy intenso debido a que tenía dos importantes compromisos a los que asistir, una pena porque me hubiera gustado quedarme en el Rabadeira Rock hasta el final pero después de mi actuación me esperaban en otro lugar. No obstante aún pude ver algo de lo que va a ser el renacimiento del rock en Oleiros y eso me alegra. La gente aún está viva, florece.
De nuestra actuación decir que rompimos el típico tópico del cantautor, nos adaptamos bien al festival y creo que sorprendimos bastante ya que el personal coreó, cantó y pidió el bis de rigor al acabar el tiempo pactado. Todo eso sin batería, bajo, efectos, etc, etc, etc, lo dicho, creo que hasta sacamos nota y, este que escribe, además consiguió su reto personal, no puedo pedir más, estoy contento.
Muchas gracias a la Comisión de fiestas de Oleiros, a todo el personal de Fornos Rock y a mi amigo Pablo Bicho.
Ah! Y que se repita.
1 comentarios:
Me alegro de que quedaras contento, Paris. Como ves, las cosas cambian cada día.
Un abrazo y un acorde.
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