Nos guste o no este vocablo tiene una connotación negativa en la mayoría de la sociedad. La gente en valores absolutos no quiere cantautores, no quiere tristezas ni canciones que les hagan pensar. Tampoco los poderes facticos quieren eso, población que lea poesía, que escuche canciones protesta, canciones de realidad social, no, no, eso no interesa.
De ahí que después de una transición a la democracia en donde sí interesaban los cantautores se pasó a olvidarlos rapidamente porque ya no eran útiles, y para darles la puntilla se potenció la falsa imagen de plastas, aburridos, tristes, etc, etc.
En Galicia la situación de nuestra tribu todavía es peor ya que por un lado se nos coloca en el espectro de la izquierda y por otra parte, al cantar mayoritariamente en castellano, se nos demoniza por parte del nacionalismo patrio. Consecuencia: no tenemos sitio en ninguna parte y, como muchos gallegos, lo que nos toca es emigrar.
No obstante, a pesar de los pesares subsistimos, luchamos, y aúnque las modas y modismos se quieren imponer, siempre hay un Sabina o un Serrat que son los que más venden y perduran en el tiempo.
Es que ser cantautor no es fácil e implica casi siempre un plus de valentía.
P.D. Este viernes a llenar Culleredo. 8:30 de la tarde en el Edificio de Servicios Múltiples.
3 comentarios:
Completamente de acuerdo.
abrazos Joel!
Y ¿a dónde va una sociedad que no quiere pensar... que no lee poesía... ni escucha canciones de contenido social?
¿Importa lo que se dice?... ¿o el idioma en qué se dice?
Acabaremos aprendiendo. No lo dudes, Paris.
Un acorde total.
Una vez más maestro coincido en tus apreciaciones.
Seguimos luchando y que no pare la música!!!
Un abrazo.
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