"Era tan fácil". Paris Joel

domingo, 27 de octubre de 2019

Los perros de la infancia





















Los Perros de la Infancia. -

Sobrevivir a los perros de la infancia
deja una huella emocional indeleble,
una guía de vida al revés
que marca para siempre.
El tacto de la ternura,
los lametazos del cariño,
los juegos de nuestro síndrome
de Peter Pan reprimido.


El choque frontal con la vejez
sin monedas para el barquero,
la otra orilla por conocer...
Son cuentas sumadas con lágrimas,
con llanto que se sale del pecho,
un respirar cortado a cuchillo
que cuesta sacarlo hacia fuera
en esos duros momentos.


Los perros de la infancia ladran en los sueños
o cuando la Luna no sale a nuestro encuentro.
Queramos o no, guían nuestros pasos
hacia ese campo lila de abrazos y besos,
mejorando nuestra condición humana
que daría lo que fuera por verlos de regreso.


Sobrevivir a los perros de la infancia,
la cánida conexión que nos hace eternos.



Paris Joel

domingo, 20 de octubre de 2019

Como el vuelo de una canción





















Como el vuelo de una canción. -

Roto el esternón de tanto llanto,
fui respirando con dolor, entrecortadamente,
mientras sentía un millón de gotas por la frente,
nubes exprimidas sobre el campo.

Con un trozo de plomo en el pecho
y desangrándome, salí del cerco de Kosovo.
Eras la generala de una cohorte de oprobio,
mina anti-persona, fría y fuego. 

Eran tiempos de diente y cuchillo,
de tirar los enseres en los páramos salvajes,
tu sabías que pisabas territorio comanche,
en la guerra hay más de un asesino.

Cayó la inocencia masacrada,
aquellas pueriles fabulaciones de cupido,
los cometas y los atardeceres sobre Istog,
una semilla de sal quebrada.

A veces, sobre lo estéril, nace el vuelo
de una canción azul. 
de una canción lavanda. 


Paris Joel

domingo, 13 de octubre de 2019

Qué más da





















Qué más da. -

Gotea el gorjeo del pájaro en la tarde,
mientras el austro visita mi habitación,
mi guitarra, mi canción, mi carne,
nuevas tonadas que quedarán en la libreta
llena de apuntes, garabatos, 
que quizás un día recupere sin tus labios. 

Me falta la fuerza de la marea,
la ternura del nido apresurado,
miro las cuerdas vibrantes
y su sonido me lleva al otro lado,
a un cuento donde era príncipe
de ríos y montañas infranqueables;
con mi núbil cabellera al viento
todo ocaso era un beso de sol exprimido.

Dejo la madera sonora en el suelo
apoyada en un armario de suspiros,
el cuaderno de letras musitadas 
cruzará sueños y letargos, erguido 
estiro este armazón de huesos
y me dejo caer, rodar en inercia
por las calles, páramos y caminos.

Qué más da lo que venga
o lo que tarde,
qué más da.


Paris Joel

domingo, 6 de octubre de 2019

Tu tacto





















Tu tacto. -

Me envuelve la endorfina del agua mansa,
mi pensamiento lago sueña con otras orillas,
no es casualidad que el mar mire hacia arriba
y que se muera por imitar el azul marco de nube. 

Camino fraguando mareas internas
que se rigen por anhelos blancos, lunáticos,
y tu piel es mi piel cuando te imagino,
cuando me recubre por entero.

Tu tacto, todo me evoca al terciopelo,
a la caricia, al beso primero, 
ese que encontré en otras mejillas
cuando no existía el tiempo.

Recuperar escalofríos, rubores, 
el frío aleteo de tus ojos,
mariposas fugaces, 
colores al viento,
en eso me ando,
camino,
sueño,
me entretengo.


Paris Joel