"Era tan fácil". Paris Joel

domingo, 25 de agosto de 2019

Llevo





















Llevo. -

Llevo todas las nubes que puedo en los bolsillos,
tu álbum de fotos en medio de la madrugada,
una canción a la que no acabo de dar forma
y un relámpago de incerteza en la espalda. 


Llevo a cuestas una montaña de explicaciones,
justificaciones vanas como piedras,
el equilibrio de la cuerda floja
y todas las garantías de un hombre del tiempo.


Sé, con tres días de antelación, cuando me llueves
y, después, aunque hago la colada en silencio,
busco la hora más solitaria para secar mis deseos.
Llevo la gravedad, no como peso, si no como puedo.



Paris Joel

lunes, 19 de agosto de 2019

Cerrado





















Cerrado. -

Me queda el vacío del aire robado,
el hartazgo de la lluvia sobre mojado,
la ausencia de la estampida estacionaria
y tu mirada recostada en la hamaca.


Me quedan dedos,
me quedan manos,
el sudor de tu piel,
la fragancia del verano. 


Una ráfaga de aire nuevo,
una tonada de trompeta,
el eco fantasma por las calles
y el vuelo de tres palomas mensajeras.


Recibe este verso de deshecho
y cuelga por mi el letrero de: cerrado. 



Paris Joel

domingo, 11 de agosto de 2019

El Futuro





















El Futuro. -

Ante un futuro de mármol y flores,
prefiero tatuarme en tu piel,
respirar tu presente indicativo,
mirar en tus ventanas aunque llueva,
y sentir que nuestra luna es un ser vivo.


Ante un futuro de humus y huesos,
prefiero abrazar nuestros esquejes,
y rodar por un campo de alfombras,
inventar nuestras playas y juegos
hasta que el sueño nos obligue a rendirnos. 


Ante un futuro de salmos y rezos,
prefiero, entre todas, mis canciones,
aquellas que se inspiraron en suspiros,
aquellas que tardé en dedicarte
porque no te merecían ni un momento.


Ante el futuro es mejor embriagarse de tu beso,
y su sabor estival, tardío,
cruzar la frontera y vendimiarte
hasta el infinito.



Paris Joel

domingo, 4 de agosto de 2019

El Mar





















El Mar. -

El mar alcanzó la inmortalidad de viejo,
por eso es irascible y tierno,
con arrugas vivas y salobres,
olas que elevan o bajan el ánimo,
espuma que purifica el cuerpo
y llega a todos los rincones prohibidos.
El mar, verde y azul,
color del agua de tus ojos
cuando a los dieciocho
decías: ahora sí.
Y después...
La calma, cuerpo de arena blanca,
playa oculta a los relojes locos.


Cuántos océanos de amores rotos,
Cuánta lluvia sobre Poseidón,
sal y azúcar,
el mar,
un dios con lágrimas en las manos,
y un corazón con anteojos. 



Paris Joel