domingo, 15 de enero de 2017
Chimeneas
Chimeneas.-
El fuego de la chimenea quedó grabado en mi
desde mis ojos de niño hasta ahora
que busco calor en tus manos.
Llamas cercadas por el frío
y en frente una mirada embobada
que no sabe porque está aquí
pero intuye la magia del milagro
cuando ve ese fuego
y todo se detiene
al crepitar del roble talado.
En las noches de insomnio
noto el calor de esos días
cuando todo era infinito
y el deseo un vino joven.
El led del despertador
ahuyenta las tenues imágenes
del eco de tu risa de después.
Afuera las calles de ceniza
auguran un día gris
que aguarda hombres
sin chimeneas,
con tejados de cinc.
Me levanto y me pregunto
si aun quedan ojos de niño en mi.
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