"Era tan fácil". Paris Joel

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Anécdota


Con el frío que hace seguro que estais en casita al calorcito mirando la pantalla del ordenador, momento perfecto para contaros una batallita.
Eran finales de los 80 y servidor que tenía un grupo de rockabilly llamado "Os Doentes" había conseguido un bolo estupendo, se trataba de tocar en una fiesta de carnaval en un colegio de CHICAS. Imaginaos, nos iban a pagar por tocar en un colegio de chicas, vamos, el sueño de cualquier músico y lo digo por eso de que nos iban a pagar(que siempre hay algún mal pensado,je,je,je).
En fin, que allí nos fuimos al Colegio femenino de El Mosteirón(A Coruña, Sada) que así se llamaba, montamos nuestro exigüo equipo y esperamos la hora de actuar.
Llegado el momento el salón de actos estaba a reventar, todas las chicas disfrazadas y con ganas de marcha. Salimos al escenario, impresionante ovación(creo que fue la vez que más nos aplaudieron sin hacer nada todavía), nos ponemos a tocar, la cosa se empieza a animar, vamos de más a más y, en el momento álgido de la actuación, noto como una desbandada general y veo como las chicas que tenía delante de mi desaparecen cual truco de magia ideado por David Coperfield. De repente nos quedamos absolutamente solos en el salón de actos, todas se habían ido, miro a mis compañeros que tampoco salen de su asombro y empiezo a pensar que en algún momento hemos desafinado o tocado algún tema objeto de desagrado general, pero, fijate tu, que al igual que desaparecieron en cosa de un par de minutos vuelven a aparecer portando cada una en sus manos un bocadillo cual báculo de Moisés, ahí fue cuando lo comprendí todo, era la hora de la merienda.
En ese momento aprendí que nadie es ni tan bueno ni tan malo como se piensa y que hay que ser realmente sublime para poder eclipsar el atractivo de un bocata de calamares.
Creo que ese bolo fue un tremendo puñetazo a la boca del estómago de nuestro ego musical.
De todo se aprende.

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