Pasaron ya 24h y parece que fue ayer mismo cuando salimos de Sada rumbo a Pamplona. Fue un viernes soleado con el cielo despejado cuando mi querido Tonu Leiro me recogió a eso de las 10:30h de la mañana, recostar el asiento, acomodar los utensilios de mano y en marcha.
Tonu quiso tomar el camino de la autovía transcantábrica para la ida y fue un trayecto muy colorido y ameno, aunque si os digo la verdad a mi no me gustó mucho, tengo vértigo, soy muy sensible a las alturas y esa autovía está plagada de grandes desniveles, curvas y precipicios, fui en tensión gran parte del camino.
Los Picos de Europa desde la auto vía Transcantábrica. |
Cruzar Asturias a lo ancho se nos hizo largo, Cantabria se nos hizo corto y Euskadi muy variopinto; grandes acantilados, playas salvajes, los Picos de Europa y al fondo ese Mar Cantábrico que te empequeñece por momentos ; comimos en Torrelavega, llegamos en un suspiro a Castro Urdiales y alcanzamos enseguida Euskadi.
Guiados por el GPS de nuestro coche nos equivocamos y nos metimos sin querer por el centro de Bilbao, por dos veces repetimos el error y eso nos retrasó un poco, Tonu estaba un poco asfixiado pero son cosas que pasan, que forman parte del anecdotario.
Tengo que decir que me gustó mucho la provincia de Álava, en especial el ayuntamiento de Legutio, con esos lagos y caseríos. Al dejar de lado Vitoria entramos en Navarra y el paisaje se me hizo familiar.
Llegamos a Pamplona a las 19:15h coincidiendo con el bus del Betis que jugaba ese día con el Osasuna y no fue fácil llegar a Mutilva, para nosotros fue un poco laberíntico, pero, como estábamos al lado, llamamos a Javi Martín que junto a Maite Mené vinieron a rescatarnos ; abrazos, besos y regocijo por vernos de nuevo, al momento nos llevaron a casa de Javi y nos acomodaron como si fuéramos familia, después fuimos a conocer el “Bardo Escaldao” donde estaba el bueno de Txus Remón y de ahí a cenar con Maite, Javi, Txus y Jorge Sánchez que apenas tenía apetito. Al acabar de cenar un poco de charla y a dormir, no dormí mucho a pesar de estar muy cómodo, ya se sabe, cuando uno viaja siempre extraña a los suyos.
De izda a dcha: Javi, Idoia, Tonu, Paris y Txus en el Bardo Escaldo. |
Paris Joel por las calles de Pamplona. |
A partir de las 18h nos pusimos de nuevo en funcionamiento y fuimos ya al Bardo para preparar el local y probar sonido. Hubo una mesa de mezclas digital que nos dio un poco la lata pero, afortunadamente, Jorge Sánchez nos dejó la suya y, dentro de las mayores suertes posibles, tuvimos la inmensa fortuna de que Txuma Huarte nos hiciese el sonido del concierto, todo un lujazo porque Txuma es un profesional como la copa de un pino, entre otras cosas, fue el técnico de sonido del Auditorio de Barañaín, o sea, que estábamos en las mejores manos.
Empezamos el concierto a las 21:10h, nos presentó Javi Martín, presidente de la Asociación Ojalá y comencé cantando “Excuso Decirte” para después desgranar lo mejor de mi repertorio regado con todo ese torrente verbal que instintivamente me va saliendo en medio de la actuación. Se que hice reir, cantar y palmear algunas de mis canciones. Invité a cantar a Alberto Rodríguez Purroy, autor de la canción “No Quiero más Café” e hicimos un buen dúo, poco a poco el concierto transcurrió con gran aceptación gracias a un sonido inmejorable, jamás me escuché tan bien y eso se notó, estaba a gusto, disfrutando como nunca, tanto fue así que al acabar nos pidieron un bis e hicimos dos canciones que raramente solemos hacer para acabar todo en una gran y cerrada ovación.
Tonu Leiro y Paris Joel en directo en el Bardo Escaldao. |
Txus, Javi, Arantza, Txuma, Jorge y más amigos de El Bardo Escaldao. |
Hicimos tres paradas, una en “Zalduendo” un pueblo de Burgos de 60 habitantes que tenía una cantina con unos mejillones en salsa de tapa deliciosos, quien me lo iba a decir ; para comer paramos en Valladolid, en un restaurante de estos de diseño, muy rico todo pero también un poco caro y, nuestra última parada, fue en Vega de Valcarce, para comprar membrillos y alguna que otra cosa para la familia.
Me gustan las llanuras de Castilla, esa sensación de lejanía, soledad, inmensidad, casas abandonadas en la nada, chubascos que ves venir de lejos…Lo dicho, fue un viaje muy tranquilo y placentero, cuando nos dimos cuenta ya estábamos llegando a Betanzos y quisimos cruzar la Ciudad de Los Caballeros para relajarnos y retomar la lentitud de las carreteras urbanas.
Paris Joel en la casa de Javi Martín. |
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