En su calle, con su gente, como a él le hubiera gustado, con una gran fiesta, así le rendimos homenaje los músicos de Sada a la persona que siempre nos dió cobijo e ilusión, Lito, o do Moby.
La Fiesta del pasado viernes fue algo bonito y emotivo pero no triste, a él no le hubiera gustado eso.
Los allí presentes rendimos homenaje a una persona que siempre nos transmitió ganas de vivir.
La del viernes fue una fiesta muy nuestra y creo que estábamos los que teníamos que estar porque estas cosas hay que hacerlas desde el corazón, otra opción no vale.
Hay que agradecer el gran trabajo que los organizadores han hecho en este acto y, como no, hacerlo extensible a la familia y a todas las personas que han colaborado.
Personalmente el recuerdo de Lito estará siempre presente en mi porque forma parte de mi vida, pero soy consciente también de que con él se ha cerrado toda una etapa y que otra se habre de par en par a partir de ahora. Hay que saber adaptarse a los nuevos tiempos pero sin renunciar a lo nuestro y creo que los que asistimos al homenaje fuimos por eso, porque Lito era nuestro.
Uno de los nuestros.
1 comentarios:
Mola Paris! emotivo y sentido.
Un abrazo gordo!
Publicar un comentario